El Triángulo del Desastre
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Resumen
Los desastres naturales o aquellos provocados por otras causas y los desórdenes y alteraciones que estos provocan, con consecuencias en general de corto y mediano plazo, podrían ser mesurables, no solo en cuanto a su magnitud, sino también en el impacto relativo y puntual que causan en las zonas o áreas específicas donde se producen. Medir o darle una proporción relativa a los efectos de un desastre, es darle magnitud matemática, es llevarlo a números, que en definitiva representan un valor económico de todo aquello que hacemos para evitar o mitigar los efectos catastróficos. Para matematizar esta alteración se conforma el Triángulo del Desastre, modelo teórico representado por un triángulo rectángulo Isósceles, donde uno de sus catetos es el pronóstico (Probabilidad de Predicción u ocurrencia de un evento) y el otro es la vulnerabilidad (el grado de afectación que se produciría en un lugar determinado) ambos lados iguales por definición de isósceles, quedando la Hipotenusa, que sería el segmento que determina la magnitud del desastre.
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