EDUCACIÓN

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El CEMAD en la voz de sus docentes: trayectorias e identidad

ARK CAICYT: https://id.caicyt.gov.ar/ark:/s25456245/gr8mgrpdy

Mariela Méndez*

Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina (IUPFA), Argentina

cemadcp@gmail.com

Carlos Dacomo**

Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina (IUPFA), Argentina

carlosdacomo@hotmail.com

Patricia Nassivera***

Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina (IUPFA), Argentina

patrinass@yahoo.com.ar

María Rosa Sarago****

Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina (IUPFA), Argentina

mrsarago@gmail.com

Alberto Torres*****

Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina (IUPFA), Argentina

albertorres5o@yahoo.com.ar

Resumen

El presente trabajo recupera las voces de docentes que fueron y son parte del Colegio de Enseñanza Media a Distancia (CEMAD). Desde sus vivencias se abordan la historicidad, el impacto y la implementación del CEMAD en el marco del Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina (IUPFA). Se analiza su impronta educativa en el tránsito de la educación a distancia hacia la concepción de educación virtual, en diversos contextos sociales y a través de sus distintos emplazamientos edilicios hasta la actualidad. Asimismo, se destaca el interés de las autoridades ministeriales y del IUPFA por generar oportunidades de aprendizaje, a través de esta propuesta educativa, para el personal de Suboficiales, Agentes, Auxiliares de Seguridad y Defensa, así como para sus familiares. Esta oferta académica promueve que los participantes concluyan sus estudios secundarios y puedan acceder posteriormente a la formación superior. La obtención del título secundario no se concibe como un techo, sino como una apertura hacia estudios terciarios o universitarios.

Palabras clave: educación secundaria de adultos; enseñanza del adulto; CEMAD; educación a distancia; aprendizaje del adulto

CEMAD Through the Voices of Its Teachers: Trajectories and Identity

Abstract

This work brings together the voices of teachers who were and continue to be part of the Colegio de Enseñanza Media a Distancia (Distance Secondary School, CEMAD). Drawing from their experiences, it examines the history, impact, and implementation of CEMAD within the framework of the Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina (IUPFA). The work explores its educational imprint during the transition from distance education to the broader concept of virtual education, across diverse social contexts and institutional settings up to the present. It also highlights the commitment of ministerial authorities and the IUPFA to generating learning opportunities through this educational initiative for non-commissioned officers, agents, auxiliaries of security and defense, and their families. This academic program encourages participants to complete their secondary studies and subsequently pursue higher education. The high school diploma is not regarded as an endpoint but rather as a gateway to further tertiary or university studies.

Keywords: adult secondary education; adult education; CEMAD; distance education; adult learning

Sentido y significado

En este trabajo acercamos información sobre la creación y origen del Colegio de Enseñanza Media a Distancia (CEMAD), en la celebración por sus treinta años de trayectoria y vigencia. El texto constituye una construcción colaborativa y participativa de docentes que forman parte desde el inicio y de otros que actualmente lo integran.

A los lectores les proponemos descubrir cómo la educación deja huellas en las personas por medio de sus docentes, alumnos e institución.

Un día que parecía uno más del almanaque, da inicio la actividad del CEMAD, específicamente el jueves 26 de octubre de 1995 con una impronta que destella intenciones educativas y propuestas pedagógicas para el personal de la Policía Federal Argentina (PFA). ¿Cuál fue su origen? En esos años aún no era obligatoria la escuela secundaria y había personal policial que tenía inconclusa esta etapa. Luego, en la Argentina, la escolarización secundaria se hizo obligatoria a partir del año 2006, por la sanción de la Ley de Educación 26.206 y desde el año 2015 se implementa la obligatoriedad para los ingresantes a la PFA.

Desde nuestra perspectiva, el CEMAD fue y es muy importante porque permite la finalización de sus estudios al personal subalterno, teniendo en cuenta que, hasta ese momento, como se enuncia en el párrafo anterior, el personal no ingresaba a la Institución con secundario completo. Por consiguiente, esta propuesta educativa generó que el personal de Suboficiales y Agentes y Auxiliares de Seguridad y Defensa pudieran concluir sus estudios y acceder posteriormente a una formación en el nivel superior.

El CEMAD, con su creación, satisfizo y cubrió una necesidad del personal de la PFA, la de culminar sus estudios secundarios, asignatura pendiente por distintas razones. Además, logró cristalizar las aspiraciones de muchos para la continuación de sus estudios superiores.

Acto de colación en el Salón de las Américas, 2025.

En los primeros años, el personal del interior accedía a la educación a distancia mediante instancias presenciales, ya fuera trasladándose a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o recibiendo en las provincias a comisiones evaluadoras integradas por profesores del CEMAD. Con la evolución tecnológica, este acceso se volvió mucho más ágil y creció de manera sostenida el número de alumnos del interior del país, lo que fortaleció los objetivos de la institución.

Otro elemento significativo es que, al pasar los años, se habilitó la apertura e ingreso de familiares, otorgándoles similares posibilidades y favoreciendo, en las mismas cursadas, la integración entre el personal y la familia policial.

Recorrido institucional

De a poco, se fueron registrando los casos de cursada y egreso, y así comenzó una historia de los que volvieron a estudiar, significativa en su singularidad y oportunidad, también para los alumnos no videntes, dando espacio a lo que hoy se denomina integración e inclusión de las discapacidades al sistema educativo. La aventura de aprender les dio espacio, ya que podían asistir a las tutorías presenciales. Inicialmente se les entregaban las clases grabadas haciendo, desde ahí, lo propio con la realización de las actividades. Fueron alumnos que superaron sus propias barreras con el puente académico propuesto y consolidado por la diversidad de propuestas del propio CEMAD.

En todos estos años, hemos visualizado y logrado registro de que muchos efectivos de la PFA y/o familiares vuelven a estudiar. Movidos por una necesidad personal y por sus inquietudes, los adultos retornan a las aulas, en un principio con tutorías presenciales, cuadernillos y CD.

En todo momento hemos sido y somos conscientes de que algunas personas decidieron que la ilusión de tener el título secundario se hiciera realidad. Otros, con mucho esfuerzo, regresan al estudio para dar finalización a esta etapa postergada. No estamos alejados de las exigencias del vertiginoso mundo laboral; la necesidad de redefinir el deseo de estudiar y de volver a estar en el lugar de “alumnos” son quizás los motivos que empujan a los adultos a volver a las aulas virtuales.

Las personas que acceden a una escolarización secundaria de adultos en algún momento de su vida abandonaron sus estudios, abandonaron el rol de ser “alumnos”, abandonaron los libros, pero luego de algunos años volvieron a estudiar. Puede haber en ello una cuestión de reparación personal. La persona no solo tiene ganas de saber, sino que por estas razones tiene el sentido íntimo de entender el mundo y la sociedad en la que convive y vive.

A veces, las personas no estudian cuando son jóvenes, porque sienten que no tienen la constancia suficiente, y cuando son adultos se perciben más seguras. Los miedos no faltan, pero son otros. Los más comunes son no tener la capacidad de entender y la vergüenza de hacer el ridículo. Por eso, a la hora de pensar en asumir ese desafío, los ayuda la propuesta de la oferta académica que plantea el Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina (IUPFA) con el CEMAD, ya que el sistema de educación a distancia les da posibilidades de cursar según sus propios tiempos, considerando el cronograma educativo.

Las particularidades de esta modalidad pueden ser ventajas para algunos, y obstáculos para otros. Se requiere madurez para enfrentar el estudio a distancia, en especial el manejo de los tiempos propios y los establecidos desde el cronograma educativo, lo cual demanda autogestión y una capacidad mayor de resolución. Por ello, debe haber un compromiso muy alto y un verdadero deseo de aprender. Además, son importantes la capacidad de lectura, las técnicas de estudio y la organización para hacer viables los encuentros sincrónicos con los docentes, entre otros aspectos clave de esta propuesta educativa.

También, es cierto que, según las materias, los estudiantes se encuentran con diferentes actividades que se han pensado especialmente para cursantes adultos que trabajan o que están retirados de las fuerzas federales y con obligaciones familiares. El CEMAD siempre ha acompañado a sus alumnos a través del diseño del sistema que, sin reducir sus exigencias, se flexibiliza en la medida de lo posible.

Reafirmando el principio que guio a la clase media, que en el siglo XX hizo de la educación un motor de ascenso social, desde el cuerpo docente somos conscientes de que el certificado educacional se ha revalorizado de tal forma que ahora las personas lo usan para recuperar reconocimiento personal y público a través de su trayectoria educativa.

En sintonía con esta perspectiva, el CEMAD promueve procesos de igualación social y educativa, además, recupera y valora las identidades sociales individuales que portan los grupos que participan de este espacio educativo. Habilita el reconocimiento de la diversidad de experiencias y producciones culturales y formativas presentes en los distintos grupos y ámbitos de interacción social. Está diferenciación permite dar cuenta de las distintas construcciones cotidianas presentes en el CEMAD, las alternativas pedagógicas que se pueden generar en el interior de las aulas virtuales, así como la variedad de modos asumidos entre pares llevando al propio estilo de enseñanza, currículum y construcción inteligible a partir de las trayectorias y tradiciones que portan los sujetos que habitan y construyen el CEMAD.

Estudiantes en Tutorías Presenciales, 2021.

En algunos casos, como ya expresamos, la realización de una inquietud personal es causa para volver a estudiar. En otros, el despertar de un interés por culminar la escuela secundaria que podría haber estado latente en la vida juvenil hace que personas adultas se enfrenten nuevamente con los libros, los resúmenes y busquen a partir de este paso otro mayor como ser parte de la vida universitaria del IUPFA.

La educación que brinda el CEMAD permite acercar los valores culturales a la estructura básica de la personalidad. La educación no culmina, en este colegio, sino que se busca fortalecer la impronta de continuar los estudios superiores. Debe ser un proceso permanente; por eso, la accesibilidad a la educación superior constituye también uno de sus propósitos. En este sentido, el desafío es impulsar intervenciones educativas e institucionales que aseguren la permanencia en el sistema, y propongan una formación que no niegue las condiciones y modos de vida de los estudiantes, sino que los tome como punto de partida para estimular y favorecer a las instancias de acceso y apropiación de conocimientos y, también, modalidades de participaciones posibles.

A diferencia de otros colegios que siempre han preguntado a los alumnos: ¿qué sabés? y no ¿qué sentís? El CEMAD escogió el segundo camino, el saber desde otro lugar, sin descontar el conocimiento. Nuestros estudiantes adultos demuestran capacidad para resolver problemas, comprender, razonar, hacer juicios, encontrar soluciones. Con el avance de la ciencia, sabemos que las personas poseen diversas inteligencias, algunas más desarrolladas que otras. En este sentido, el CEMAD trabaja diferentes inteligencias muy bien definidas, en principio, la verbal y la lógico-matemática. Sin omitir a las demás.

En conclusión, este trabajo busca desarrollar la mayor amplitud de todas las inteligencias partiendo de la idea de que ningún ser humano es plenamente competente en todas las áreas. El CEMAD se constituye en un espacio para que todos aprendan con todos. Las inteligencias múltiples no son un método de enseñanza, sino una forma de concebir al ser humano.

Como dice Vinicius de Moraes: “No hay usted sin mí, yo no existo sin usted”.

Identidad educativa

En este apartado, resaltamos las cualidades de nuestros estudiantes, con quienes interactuamos cotidianamente. Existen estímulos para todas las edades, nosotros nos centramos en el adulto, en todos los contextos, para trabajar una u otra o el conjunto de las inteligencias. Desde la materia Biología, por ejemplo, sabemos que comprender cómo funciona el proceso digestivo ayuda a mejorar la alimentación; del mismo modo, entender cómo se procesan las emociones permite administrar mejor las situaciones de la vida. Una persona que se conoce a sí misma sabe percibir sus diferentes sentimientos. Sabemos que, hasta hace unas décadas, los estudiantes dejaban fuera de la escuela sus sentimientos. Por eso la pregunta por el qué sentís es fundamental para todos los docentes del CEMAD y para el perfil propio del colegio, como venimos explicando. En otras palabras, nos involucramos con ese sentir de cada alumno y con ese andamiaje de la apropiación del saber significativo.

Entonces, es importante hacer un poco de historia. Hace treinta años los profesores no usaban la misma ropa que hoy, los sistemas de transporte eran diferentes y también los modos de preparar los alimentos. Todo era distinto. Hoy los profesores han cambiado y el aula también. El sistema educativo se reformula y exige siempre un trabajo inicial de comprensión, transformación y apertura al aprendizaje. Una vez que este saber se conquista, el trabajo en clase no es más costoso, por el contrario, se tiene mucho más conocimiento de los alumnos y el aula fluye con más riqueza educativa.

Por eso, hoy se trabaja desde tan lejos, pero tan cerca de ellos. La mediación tecnológica no es un impedimento sino todo lo contrario. En algún momento fue una propuesta novedosa para el “aula del futuro”. Entre el análisis de la realidad, el trabajo en equipo –directivo y docente– y el diseño de proyectos superadores para cada materia hacen una combinación esencial para que las configuraciones de los contenidos específicos de cada materia se destaquen en el CEMAD.

Así, en muchas ocasiones, los argentinos tendemos a la neofilia: gran entusiasmo por lo nuevo. Por ejemplo, la modalidad a distancia, que poco a poco se consolidó en modalidad virtual, incluso cuando la virtualidad apenas era pensada en las escuelas para adultos. Con La pandemia de Covid-19, se produjo un vuelo superador, se cambió de plataforma para pasar de Edmodo a Educativa, en 2021. Es decir que, al transcurrir los años, puntualmente en la primera década del siglo XX, muy de a poco, se pasó de la educación a distancia a la virtual.

En 2013 se inició el tránsito a la plataforma, y en 2024 se implementó plenamente la educación virtual mediante Edmodo. Para eso fueron necesarias las capacitaciones para docentes, que estuvieron a cargo de la Lic. Clara Quinteros, quien acompañó el proceso de aprendizaje y dominio de la herramienta y de sus aulas virtuales. Los propios docentes reconocen que el pasaje a la virtualidad “fue complejo, pero nada que no se pueda aprender, adquirir y superar”. Un hito más, que evidencia el compromiso del cuerpo docente y de la gestión institucional para fortalecer el trabajo que se venía realizando con los alumnos de los distintos puntos del país.

En ese momento, el CEMAD se vigorizó, volvió a potenciarse, a revalorizarse desde una mirada integradora y superando las propias barreras. Se logró evidenciar que la incorporación a plataforma Educativa del IUPFA aportó más agilidad y sencillez en la conexión con los alumnos.

Las aulas virtuales se presentan como una serie de prácticas más o menos novedosas para que los estudiantes puedan saber lo que viene y logren modificar su realidad, en vista a su proyecto de vida. Por esto, buscando esas aulas del futuro nos encontramos que se debe entrenar al alumno en determinadas habilidades y desarrollo de virtudes que no siempre se advierten de manera inmediata.

De a poco, se pasó de clases predominantemente expositivas, acompañadas del humor que muchas veces se utiliza para cautivar al cursante, hacia un enfoque centrado en el pensamiento crítico y en la fundamentación de cada propuesta. De ahí que se potencien las trayectorias escolares de los jóvenes y adultos, evitando aceptar pasivamente la realidad sino cuestionando, aunque sin llevar la crítica hasta un punto disolutorio de valores. Rescatando, siempre, los valores que llevan a los estudiantes a seguir este camino de formación académica.

También cabe mencionar que los actos de egreso son sumamente emotivos y significativos. De manera inversa a lo que sucede habitualmente en un colegio, en el CEMAD s de nuestros alumnos egresan siendo adultos, por lo que concurren al acto en compañía de sus familiares e incluso de sus propios hijos o nietos, que dan un vuelo de consolidación a ese momento suspendido por las circunstancias ya mencionadas. Así el logro se torna tangible, sensible, mágico.

Recepción de Diploma de egreso.

Considerando los propósitos que tiene la educación a distancia, el CEMAD logra visualizar el compromiso que es estar cerca de todos y todas. Desde este lugar, el colegio es protagonista. Los medios electrónicos han revalorizado esta forma de enseñanza que sabemos y se ha dejado constancia, a lo largo de estos treinta años, que facilita el acceso a la educación a quienes viven lejos o tienen poca disponibilidad horaria. Sin dudas, es otra forma de construir conocimiento.

Haciendo memoria, al inicio, pocos estudiantes se han animado a seguir una formación secundaria con esta modalidad. Sin embargo, de la mano de las nuevas tecnologías de la información, la educación a distancia ha ganado un espacio y prestigio que desde el CEMAD estamos dispuestos a acompañar y fortalecer, en sintonía con la incorporación creciente de esta modalidad a cada vez más espacios universitarios e instituciones terciarias.

Por otro lado, como es propio de la titulación secundaria, la obtención del título no se vislumbra como un techo, sino como una apertura a estudios superiores o universitarios. Por todo esto, la educación es un valor humano, las personas necesitan educarse todos los días de su vida. Necesitamos educarnos por nuestra incompletud y nuestra indefensión. Esta educación debe ser llevada a cabo en un ambiente cordial, donde se produzca una interacción dialéctica, en la cual estudiantes y docentes salgan enriquecidos del proceso, pues relacionarse con otros genera un clima apto para el aprendizaje. El CEMAD da cuenta de esto en cada acción emprendida con los estudiantes desde el compromiso profesional de cada docente.

Para lograr el conocimiento, en primer lugar, se debe captar la realidad, para luego, gracias a la comprensión, poder modificarla y resignificarla, hasta finalmente crear una realidad propia. Bajo esta perspectiva, se arman los programas de estudio, los trabajos prácticos y las instancias de evaluación.

Las y los docentes del CEMAD somos conscientes de que estamos finalizando una primera parte del siglo XXI, y de que asistimos a un proceso de inflexión entre los viejos paradigmas (costumbres, tradiciones, modelos educativos) y los nuevos que aparecen a raíz de la revolución científico-tecnológica, que incluye a la inteligencia artificial, entre otras otros desarrollos. Pero el CEMAD se aggiorna y evoluciona de la mano de las tecnologías para su propio desafío educativo como propuesta pedagógica que depende de la Unidad Académica de Formación Profesional y Permanente dentro del instituto (UAFPP/IUPFA).

Hoy es muy complejo aferrarse al modelo creado hace treinta años sin responder a las necesidades actuales. Por eso es fundamental la toma de conciencia de una realidad que afecta las relaciones del mundo laboral y social. Lo contextual del CEMAD lo hace vital e importante al momento de entender la educación del adulto. Desde esta perspectiva se diseñan las circunstancias para poder desarrollar lo singular de cada estudiante.

Para ello, es imprescindible aprender a transitar nuevos territorios de manera constante, al contemplar el grupo de cursantes, sus edades y contextos; por ejemplo: la capacidad de desaprender, de aceptar la incertidumbre y reconocer los errores propios. Hay que desaprender lo viejo para dar lugar a lo nuevo. Hay que atravesar la incertidumbre y asumir que no hay avances si uno no se ha puesto a sí mismo en duda, dando espacio a las instancias de retroalimentación fundada en sus pasos previos como es la autoevaluación y la coevaluación. Una educación basada solamente en certezas no puede ser creativa, reflexiva y emocional.

A propósito de esta concepción del aprendizaje, el CEMAD cumple una importante función vinculada con la enseñanza de muchas formas de la vida social, que caracteriza una comunidad educativa. De modo que sus miembros la internalizan como propia y actúan en consecuencia, haciendo difusión de esta y/o siguiendo otros caminos académicos, en muchos casos dentro del mismo IUPFA.

En conclusión, el CEMAD sigue fortaleciendo, especialmente, el conocimiento válido y consensuado, entre los diferentes grupos estudiantiles, de modo que garantice a todos la posesión de los saberes significativos, en su recorrido de tres años de cursada.

Entonces, para continuar el proceso de democratización del saber y favorecer que los cursantes construyan su propio destino estudiantil, fue necesario que el CEMAD se reconfigure, se actualice, desde los docentes –con su profesionalismo continuo– y se desarrolle correctamente la capacidad de crear y transformar la realidad de cada estudiante para la concreción de la titulación de ellos.

Trayectoria histórica

Ahora bien, continuando el recorrido histórico, es importante señalar que la fundación del CEMAD se produce por el papel del Director General de Instrucción Comisario Mayor Andrés Valentín Schmitz, recientemente fallecido. Fue un entusiasta que dedicó tiempo al crecimiento del colegio y fue un incansable funcionario en pos de la educación del personal de la Institución, y su inspiración sigue presente. Aquí cabe hacer una referencia al cargo de quien gestiona un colegio o institución, sabiendo que principalmente son líderes institucionales, quienes coordinan las acciones de los integrantes del colegio. El ejercicio de este rol demanda la coordinación de las acciones desarrolladas por terceros y es necesario detenerse en la dirección de sí mismo, analizando, ajustando y enriqueciendo tanto la propia práctica como los procesos y actitudes que de ella se derivan.

En el transcurso de estos años, se evidencia que quienes ejercen y ejercieron el rol dieron cuenta de ser motivadores, ya que estimulan iniciativas, difunden prácticas favorables, y fomentan una buena relación con y entre los miembros de la comunidad educativa. De ahí que son promotores, ya que impulsan la constitución y mantenimiento del trabajo en equipo y, a la vez, mediadores, ya que intervienen en la resolución de conflictos y en la negociación entre las partes durante la construcción de acuerdos. Se trata de profesionales que se interesan por la formación, capacitación y desarrollo permanente de las personas.

Del mismo modo, el primer Jefe de la División Educación a Distancia fue el por entonces Subcomisario Ricardo Héctor Crego, quien tuvo a su cargo poner en marcha el Colegio junto con otras personas como el personal Genoni y Duhalde, entre otros. Inmediatamente se comenzó la conformación del cuerpo de docentes para las distintas materias.

Luego ocuparon el lugar al frente de la División el Comisario Sidorenko, el Comisario Barrios y la Comisario Noemí Volpi. Desde el 8 de abril de 2013 ingresó a la Dirección la abogada y Esp. Auxiliar Superior Cynthia Miodownik, quien continúa dirigiendo el CEMAD.

Reconocimiento a los docentes por sus 20 años en el CEMAD.

El CEMAD tuvo diferentes sedes a lo largo de sus treinta años. Inicialmente, funcionó en parte del predio que actualmente ocupa la Escuela de Inteligencia (edificio del IUPFA sector Guayaquil). Allí, mientras se remodelaba el edificio y el personal trabajaba en lo administrativo y en lo educativo, los docentes colaboraron en lo que fuera necesario, desarrollaron las primeras Guías de estudio, y se comenzaba a atender a alumnos que se iban incorporando. Aquí retomamos el sentido de la educación a distancia, como se expresa en la primera parte de este escrito.

Posteriormente, se trasladó a la calle Cavia, en parte del predio que ocupaba el Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF). Allí permaneció hasta que finalizó la construcción del nuevo edificio del Colegio en la misma calle, al lado del emplazamiento anterior. El nuevo edificio en Cavia ofrecía condiciones ideales para el funcionamiento del CEMAD. Con diferentes espacios, como aulas amplias, un auditorio, la biblioteca, las oficinas, el sector administrativo, una sala de computación –donde se dictaban clases tanto al personal policial, familiares, como a la comunidad– y una sala de mantenimiento a cargo de Miguel Ángel Castro y, luego, de Aldo Musarra (ambos ya fallecidos). Esto facilitaba la conservación y el funcionamiento de las instalaciones. También estaba la sala de profesores, la cocina y los sanitarios. Un aula con juegos para hijos e hijas de quienes allí estudiaban. De esta manera, se posibilita la accesibilidad a la educación para dichas personas. Todos los lugares descriptos conformaron un gran espacio propicio para la actividad educativa del Colegio.

En este espacio se produce un hecho que bien cabe mencionar desde las palabras del Prof. Sebastián Romero: “resulta ineludible destacar que en sala de profesores de las instalaciones en Cavia 3378, el profesor –ya jubilado– Doctor Alberto Wilhelm le salvó la vida a la profesora Elisa Rychter, practicándole la maniobra de Heimlich. Un médico y profesor con todas las letras. Estas anécdotas y acciones demuestran la valiosa vida institucional del CEMAD que no solo era un colegio sino también un lugar de encuentro, de aprendizaje, pero principalmente de empatía y solidaridad hacia el otro.

En este recorrido histórico nos detenemos en la disposición institucional por la cual el CEMAD debió trasladarse al predio de las calles Punta Arena y Ávalos, del barrio de Paternal, donde funciona la Escuela de Suboficiales y Agentes Don Enrique O’Gorman. Esta ubicación brindaba la posibilidad de realizar charlas periódicas con los integrantes de los cursos de jerarquía en su totalidad, lo que resultaba propicio para acercarnos a nuevos interesados en acceder al CEMAD para culminar estos estudios postergados.

Además de las clases presenciales y de las tutorías, se amplió la oferta con cursos de computación extracurriculares propiciando una expansión y presencia del CEMAD. Finalmente, se produjo el traslado al edificio principal del IUPFA, en el barrio de Caballito, siempre en CABA. Estuvo ubicado en el 3° piso del edificio Fentanes durante 15 años y desde 2024 está emplazado en el edificio Capello, en el aula 12, planta baja, frente al estacionamiento.

Otro dato significativo para la culminación de los estudios del personal fue en el año 2014 cuando se firmó el Convenio Específico de Cooperación entre el Ministerio de Seguridad de la Nación y el Ministerio de Educación de la Nación para la inserción de todo el personal subalterno de PFA en las acciones del Plan FinES que permite completar el secundario adeudando algunas materias, acompañado de docentes/tutores.

Por esta razón, fue muy importante el accionar y la gestión emprendida por el Comisario Mayor (r) Leopoldo Fabián Vidal, quien evitó el cierre definitivo del CEMAD convencido de que “las escuelas no se cierran”. Su postura se fundamentaba en la importancia que tiene el CEMAD en la vida del personal policial que habita el colegio y por el valor intrínseco que tienen los espacios educativos. Asimismo, cabe mencionar que es profesor del colegio y, además, el único que cuenta con dos chapas de Rector en la cartelera institucional de rectores del IUPFA.

En 2015, se empezó a analizar otros espacios que enriquecieron el funcionamiento del CEMAD, de allí surgieron nuevas figuras de coordinación orientadas a fortalecer el dispositivo académico, el acompañamiento de los estudiantes y el diseño de materiales virtuales:

  1. El rol de “coordinación pedagógica” para todo el armado del dispositivo académico, monitoreo, seguimiento, acompañamiento y evaluación de los programas y propuestas didácticas de los docentes y capacitaciones que se concretó en 2016 con el ingreso de la Esp. Mariela Méndez, quien continúa en el cargo.
  2. Luego, en 2020, para complementar este trabajo, se sumó la figura de la “coordinación de las trayectorias escolares”. Su función fue fortalecer la situación académica de cada cursante y la atención a las consultas que realizan desde la plataforma del aula virtual. Estuvo a cargo de la Lic. Soledad Juan y desde el año 2025 está a cargo la abogada Ana Alonso.
  3. Finalmente, también desde 2020, se suma al equipo la “coordinación de diseño de los materiales para las aulas virtuales” con la Lic. Alejandra Ferrice, que tuvo un gran efecto en la puesta en valor de las aulas virtuales para el diseño de los materiales, de los programas y las actividades propuestas por los docentes y las comunicaciones internas.

Estos espacios, resultan vitales para la mirada multidisciplinar de un equipo interdisciplinario y principalmente para las adecuaciones que van sucediendo en el propio CEMAD, en beneficio pleno de cada estudiante.

Progresando en este recorrido histórico, el 2020 es significativo por todas las acciones que implicó la situación sanitaria por la pandemia de Covid-19. El CEMAD continuó y fortaleció su funcionamiento adecuando su modalidad virtual, a las demandas del momento y manteniendo las clases –a través de la virtualidad– con encuentros sincronizados y no sincronizados desde la plataforma Edmodo. De esta forma, se logró que la emergencia sanitaria no interrumpiera la labor educativa ni discontinuara la cursada de los estudiantes, tanto de los que ya cursaban como de los ingresantes. Hacia finales de ese año se retornó a las tutorías presenciales.

Tal como nos comentó la Prof. Verónica Cabrera, “las nuevas tecnologías en la educación fueron clave para los estudiantes, ya que estas herramientas permitieron tener disponible todos los recursos para continuar capacitándose. Esta herramienta digital, tanto Edmodo y Educativa en la educación forman parte del proceso de evolución de la enseñanza. Desde la década de 2000, se ha incrementado considerablemente su uso, y la pandemia la ha fortalecido aún más, permitiendo clases en formato remoto y otras facilidades para los estudiantes, docentes e instituciones educativas”.

A lo largo de estos años ha sido valioso reconocer a quienes asumieron tareas de gestión en el rol de autoridades del CEMAD, así como a las personas responsables de la labor administrativa: la Sra. Karina Fambrosi, la Sra. Ana De Lima, la Sra. Lorena Pugliese y la Srta. Daniela Gastou, entre otras. Estas funciones incluyen, por ejemplo, la inscripción de alumnos, la emisión de constancias, certificados y diplomas, entre otras gestiones. Desde hace varios años, la Sra. María Novellino y la Sra. Claudia Ríos desempeñan este trabajo con compromiso y dedicación, y se encargan además, al cierre de cada ciclo lectivo, del diseño y armado de la ceremonia de colación.

Estudiantes y autoridades del CEMAD y el IUPFA 2024.

También es crucial la tarea didáctica del cuerpo docente. Entre algunos de los que ya no continúan, pero tuvieron una destacada trayectoria, podemos mencionar al matrimonio Rossi, Aguilar, Boris, Dardo Rodríguez, Duhalde, Genoni, Nievas, Soriano, Tedesco, Torres, Wilhlem, entre otros.

Ahora toca resaltar al plantel docente actual, que diariamente trabaja con compromiso para que los estudiantes concluyan sus estudios: Adriana Abal, Verónica Cabrera, Marta Confalone, Carlos Dacomo, Héctor De Paoli, Sandra Di Sciascio, Viviana Gómez Baltazar, Brenda Lorenzoni, Diego Maffia, Juan Carlos Márquez, Cynthia Miodownik, Patricia Nassivera, Alberto Pacheco, María Cristina Pérez, Sebastián Romero, Laura Rossi, María Rosa Sarago; Tadeo Vidal, Débora Zavori, Leopoldo Vidal y Susana Volpi.

Plantel docente 2024.

El acompañamiento docente sigue siendo fundamental para propiciar la formación de futuros profesionales. Este nuevo modelo pedagógico pone al alumno en el centro del proceso, no solamente como receptor del conocimiento, sino desarrollando otro tipo de actividades, desde un enfoque cooperativo basado en la interdependencia y en la responsabilidad personal.

En esta línea se celebraron los diferentes aniversarios del CEMAD con distintas jornadas y actividades que impulsan a los estudiantes a sumarse y ser parte del espacio. Por ejemplo, en 2010, con la celebración por el Bicentenario de la Revolución de Mayo, y otro muy significativo en 2023, con las Jornada por Malvinas, y las charlas de Alimentación saludable, entre otros eventos.

Por eso, destacamos y valoramos que algunos alumnos, en varias ocasiones nos manifiestan: “en lo personal sirvió para culminar mis estudios postergados, de ahí lograr continuar mi profesión y actualizarme”.

Apoyándonos en esta expresión, entendemos que el surgimiento del CEMAD, a fines del siglo pasado, constituyó un verdadero fenómeno educativo para la PFA, basado en la calidad. Ello fue posible porque desde el inicio se apostó a la innovación y a la constante renovación del planteamiento pedagógico, con el objetivo de alcanzar las tres E: eficiencia, eficacia y efectividad. Lógicamente, es necesario seguir planteando nuevos desafíos en la educación a distancia y que los profesores puedan adaptarse a los cambios, transitando de una educación centrada en la enseñanza de contenidos hacia otra orientada al desarrollo de competencias.

Por lo antedicho, queremos compartir unas palabras de la Prof. Débora Zavori quien, años atrás, fue alumna del CEMAD:

Celebramos el trigésimo aniversario de nuestro Colegio de Enseñanza Media a Distancia, y me siento orgullosa de formar parte del plantel docente para guiar y enseñar a nuestros alumnos, teniendo presente el lema: “Nunca es tarde para emprender un nuevo rumbo, vivir una historia o construir un nuevo sueño…” Cada estudiante trae consigo su propia historia al tomar la decisión de retomar sus estudios como una deuda pendiente para sí mismos y poder finalizar esta etapa del secundario. En mi propia trayectoria de vida, el CEMAD también fue parte de mi crecimiento. Allá por el año 1998 tomé la misma decisión, lo que me abrió puertas para continuar estudiando, recibirme como Profesora de Inglés y, finalmente, formar parte de esta institución. ¡Salud, CEMAD, y a continuar por la senda trazada!

Este testimonio es parte de los momentos rescatables, ya que nos permite mirar hacia atrás con toda la historicidad conmovedora y tangible de historias vividas que tiene el CEMAD, pero también dar cuenta de lo significativo que fue y es su presencia para la vida de muchas personas y para el IUPFA.

La educación a distancia desde el CEMAD plantea un vínculo más personalizado entre docentes y estudiantes. Se ha buscado y se busca la democratización de la educación secundaria postergada. En este sentido, la modalidad permite llegar hasta los últimos confines de nuestra querida Argentina; sin embargo, no puede desconocerse que, sin acceso a internet o sin la herramienta tecnológica –es decir, la computadora–, se torna complejo hablar de democratización educativa. Por eso, desde el Ministerio de Seguridad se trabaja en la entrega de becas para estudiantes que cursan en el CEMAD con la finalidad de intentar cubrir en algo los costos.

Considerando que desde el inicio del siglo XXI la educación virtual, conocida como e-learning, empezó a tomar un fuerte impulso en la Argentina y que la fundación del CEMAD es anterior a este período, puede afirmarse que los nuevos medios y soportes tecnológicos son en gran medida responsables de la revalorización de este modelo de enseñanza. Un ejemplo de ello es el Centro de Educación a Distancia Universitaria (CEDU), que provee la plataforma educativa, es decir, el campus virtual y las respectivas aulas para la implementación y funcionamiento del CEMAD. Esto demuestra que las nuevas tecnologías en el ámbito educativo no son patrimonio exclusivo de la educación a distancia: las fronteras entre la educación presencial y a distancia se está borrando, ya que los docentes y alumnos de cursos o carreras presenciales también usan cada vez más estos espacios por su sentido pedagógico genuino.

Finalmente, en el cierre de este trabajo memorístico, compartimos una sentida carta del Prof. Carlos Dacomo que da cuenta del recorrido del CEMAD y su vigencia en el IUPFA.

Un día de octubre de 1998, inicié mi labor como profesor de la materia Geografía de Primero, Segundo y Tercer año del Colegio de Enseñanza Media a Distancia que, por esa época, tenía asiento en la avenida Cavia, en los cuarteles del GEOF.
Ahí empezó un camino que, como profesor, cada día me llevó a aprender aún más, a comprender y colaborar con el desarrollo intelectual de nuestros queridos alumnos, aquellos que en su momento no tuvieron la oportunidad de estudiar y obtener el tan ansiado título secundario.
Esta labor, que llevamos adelante con otros profesores, ha dado muchos frutos, esas personas, nuestros alumnos, que luego de haber obtenido su título secundario, continuaron llevando a cabo estudios universitarios, y que en muchos casos han coronado su esfuerzo siendo profesionales de las diferentes áreas del saber.
En este trayecto, he podido compartir esta labor con verdaderos profesores, como el primer Vicedirector, Enrique Genoni, con el que compartimos extensas charlas sobre biología. Un recuerdo particular para el profesor Albamonte el que intentó una y mil veces convencernos que la Matemáticas era de sumo interés para construir un mundo mejor.
En muchos fueron los lugares, el querido CEMAD fue creciendo en edad y en calidad, y como no recordar al mentor de nuestro colegio, el Comisario Mayor Andrés Valentín Schmitz, quien nos impulsaba continuamente a mejorar nuestros conocimientos profesionales y pedagógicos. Cuántas jornadas de perfeccionamiento nos proponía tomar, para seguir escalando la pirámide del conocimiento, pero siempre con esa mirada superadora de cada momento de nuestro país, y obviamente del devenir de nuestra Institución.
Y cuando creíamos que todo estaba bien, ¡llegó la pandemia!, y con ella se acrecentaron las inscripciones en nuestro Colegio. El desarrollo de la nueva plataforma, en la que hacía muy poco tiempo, apenas cuatro meses, salimos todos los docentes a trabajar, como un verdadero equipo, como los de Fórmula 1, todos colaborando para que los alumnos que se inscribieron pudieran recibir el material y lograrán finalizar la cursada de las diferentes materias. Un año de mucho vértigo, trabajo fecundo y colaborativo.
En la actualidad parece lejano, pero solo han pasado cinco años. Nuevamente hemos migrado hacia una nueva plataforma, capacitándonos como docentes para brindar a nuestros alumnos las bases para desarrollar sus conocimientos y obtener su título de nivel medio.
Pero qué sería de nuestro Colegio, sin el elemento que le da vida, no seríamos nada, aquí va un recuerdo especial a todos nuestros alumnos, esas personas que alguna vez vieron truncada la oportunidad de poseer el título secundario, aquellos que con un gran esfuerzo lograron, y aquellos que, habiendo alcanzado este escalón, continuaron hacia una titulación profesional.
En muchas oportunidades me he cruzado con exalumnos que no solo recuerdan con mucho cariño los momentos vividos en el CEMAD, sino que también nos cuentan que ya están recibidos y son muy buenos profesionales. Otros, a quienes encontramos en distintas dependencias policiales o incluso en la calle, nos dicen: “Gracias al Colegio hoy puedo seguir una carrera; comparto con mis hijos los momentos de estudio; o, lo más importante para todo ser humano, gracias al Colegio pude lograr lo que de joven no logré, y hoy me siento orgulloso de ello”. El CEMAD, cumple 30 años, nuestro Colegio cumple 30 años, todos nuestros egresados, todos nuestros alumnos, todos nuestros profesores, todo este equipo cumple 30 años educando al servicio de nuestra Policía Federal Argentina”.

Esta carta nos deja muchas sensaciones en la memoria colectiva y refleja el transcurrir de los años del CEMAD. La institución se mantiene como una propuesta formativa propicia e interesante, con una organización flexible del tiempo, que combina diversas formas de presentación y construcción de los conocimientos, englobando un abanico de posibilidades para los y las estudiantes. Aunque está consolidada como metodología pedagógica, sigue desarrollándose. Hoy transita un camino de tres décadas y explora sus posibilidades de ampliación y nuevos alcances.

Salón de las Américas. Docentes en el Acto de Colación de 2024.


Cita sugerida: Méndez, M.; Dacomo, C.; Nassivera, P.; Sarago, M. R. y Torres, A. (2025). El CEMAD en la voz de sus docentes: trayectorias e identidad. Minerva. Saber, arte y técnica, 9(2). Instituto Universitario de la Policía Federal rgentina (IUPFA), pp. 86-103.

*Méndez, Mariela

Doctoranda en Educación Superior (etapa de tesis) (Universidad de Palermo). Licenciada y Profesora en Ciencias de la Educación (UM). Magíster en neurociencias para docentes (Universidad Cardenal Herrera, UCH, España) y en Educación Inclusiva para Niños y Adolescentes en riesgo de exclusión social (Universidad Tecnológica, México). Especialista en Educación y Nuevas Tecnologías (FLACSO), en Ciencias Sociales con mención en Currículum y Prácticas Escolares (FLACSO), en Gestión y Conducción del Sistema Educativo y sus Instituciones (FLACSO). Especialización en Docencia de Nivel Secundario (UBA). Diplomatura en Educación Sexual Integral (Universidad Nacional Villa María, UNVM); en Coaching y Liderazgo Emocional (UNTREF); en Educación Emocional y en Neuroeducación y Neurodidáctica (Universidad Nacional Villa María, UNVM).

**Dacomo, Carlos

Licenciado en Geografía (Universidad del Salvador). Profesor Superior en Geografía (Pontificia Universidad Católica Argentina “Santa María de los Buenos Aires”). Especialización en Sistemas de Información Geográfica aplicados a la actividad Agropecuaria (UBA). Diplomatura Universitaria en Geomática aplicada a la Defensa Nacional (Facultad de Ingeniería del Ejército Argentino - Universidad de la Defensa).

***Nassivera, Patricia

Profesora en Ciencias de la Educación (Santa Ana y San Joaquín). Especialista en Educación y Nuevas Tecnologías (FLACSO).

****Sarago, María Rosa

Contadora Pública (UBA).

*****Torres, Alberto

Licenciado en Gestión de las Instituciones Educativas (Universidad Católica de Santiago del Estero). Profesor de Historia (Instituto de Enseñanza Superior) Profesor de Lengua y Literatura (Instituto de Enseñanza Superior).